Dir: John Erick Dowdle
Int: Owen Wilson, Lake Bell, Pierce Brosnan, Sterling Jerins, Spencer Garrett, Claire Geare, Byron Gibson, Russell Geoffrey Banks, Jim Lau, Sahajak Boonthanakit, Karen Gemma Dodgson, Bonnie Zellerbach.
No Escape ("no hay escapatoria") es el título original de este Golpe de estado y, desde luego para mí, mucho más apropiado para esta trepidante historia que nos cuenta la terrorífica aventura vivida por Jack Dwyer (Owen Wilson), un ejecutivo norteamericano que trabaja para una empresa multinacional potabilizadora de agua y que viaja con toda su familia a un país asiático para iniciar una nueva vida. Producida, en parte, por los hermanos Dowdle (John Erick, el director, y Drew, ambos también guionistas) y rodada en Thailandia , este film nos ofrece una mezcla de thriller, aventura e incluso cine de terror gore en algunas secuencias en las que predomina la sangre. Golpe de Estado entronca pues también con el género fantástico y terrorífico desde el momento en el que el protagonista pasa de una situación cotidiana normal a una pesadilla vívida que ni en sus peores sueños hubiera pensado experimentar. En algunas escenas, como digo, el sadismo y la violencia lo emparentan con el subgénero gore (lo que hace que no sea apto para espectadores sensibles), estableciendo una extraña mezcla entre el violento cine asiático especialista en este tipo de crudeza y el thriller de acción netamente USA.
Su director, John Erick Dowdle, se había mostrado hasta ahora como un especialista en el género del terror con filmes cómo: Quarantine (remake de la española REC de Jaume Balagueró), la interesante Recuerdos perversos, La trampa del mal o la más reciente Así en la tierra como en el infierno. En este, su anterior trabajo, el director convertía las catacumbas de París en otro escenario pesadillesco en el que sus protagonistas quedaban sumergidos al atravesar una mágica puerta hacia la dimensión de lo maligno. Este parece ser un mecanismo temático común a la mayoría de las historias desarrolladas por Dowdle, pues en todas ellas se produce un giro radical que transforma realidad en pesadilla en un solo instante, atravesando esa puerta invisible hacia el mal (algo que el director mexicano Guillermo del Toro realizó con absoluta maestría en esa maravilla titulada El laberinto del fauno).
En este No Escape, encontramos un reparto solvente encabezado por el actor Owen Wilson (al que pudimos disfrutar en la magnífica Midnight in París, del maestro Woody Allen, y Pierce Brosnam, al que va como anillo al dedo su papel de mercenario-espía canalla y borrachín ya entrado en años pero que aún goza de buena puntería con las armas. El personaje de Brosnam es lo único que aporta un toque de humor y quita hierro a esta historia truculenta y sanguinaria. El drama y la desgracia que recae inesperadamente sobre una familia bien norteamericana nos recuerda también a esa otra familia de Lo imposible, el filme del ya internacional director español Juan Antonio Bayona. Una familia que, en este caso se ve inmersa en una espiral de violencia, miedo y desgracia de consecuencias imprevisibles. Golpe de estado es un film muy entretenido que, a pesar de no ser una obra de altura artística a nivel cinematográfico, atrapa enseguida al espectador en un laberinto desasosegante sin dejarle respiro alguno y no lo suelta hasta el final. No Escape es un film pues recomendable para amantes de las emociones fuertes; del cine de aventuras, del terror y del thriller pues, de todo eso, tiene esta truculenta, inclasificable y violenta historia.
Gonzalo J. Gonzalvo
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